Seis hábitos diarios que dañan tu columna vertebral y cómo prevenirlos

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La espina dorsal es una de las partes más cruciales de nuestro organismo. Aunque frecuentemente la ignoramos en nuestra vida cotidiana, su función es fundamental para mantenernos erguidos y permitirnos realizar movimientos esenciales como sentarse, inclinarse y girar. No obstante, la falta de atención en nuestras actividades diarias puede provocar problemas de salud que impactan directamente a la espina dorsal, causando dolor en la zona lumbar y otras complicaciones. Ante esta situación, los especialistas advierten sobre los hábitos diarios que pueden acelerar el deterioro de esta estructura tan importante y cómo con algunos ajustes simples podemos evitar lesiones y mejorar nuestro bienestar.

1. Encorvarse sobre el escritorio

Uno de los hábitos más comunes, especialmente entre quienes pasan muchas horas frente a una computadora, es encorvarse sobre el escritorio. Aunque no produce daño inmediato, esta postura genera un debilitamiento de los músculos centrales, incrementa la rigidez de los flexores de la cadera y pone una gran presión sobre los discos intervertebrales, lo que puede desembocar en dolor lumbar. Para evitarlo, es recomendable mantener los pies apoyados en el suelo, ajustar el monitor a la altura de los ojos y utilizar sillas ergonómicas que favorezcan una postura más alineada. Además, incorporar pausas cada 30 minutos para levantarse y estirarse ayudará a reducir la tensión acumulada en la espalda.

El Dr. Ammar Divan, especialista en dolor intervencionista del Centro de Medicina del Dolor y la Salud de la Columna de Northwestern, Bloomingdale, explica que mantener una postura erguida al trabajar es clave para prevenir problemas en la columna, ya que los movimientos repetitivos y la falta de atención a la postura pueden tener efectos perjudiciales a largo plazo.

2. Levantar objetos con mala técnica

Otro de los hábitos que contribuye al dolor lumbar es levantar objetos de manera incorrecta. Muchas personas, al intentar mover una caja pesada o sacar la cesta de ropa, emplean su espalda en lugar de usar las piernas. Esto aumenta significativamente el riesgo de lesiones en la columna. La técnica adecuada consiste en doblar las rodillas, acercar el objeto al cuerpo y usar la fuerza de las piernas para levantar el peso, evitando forzar la zona lumbar. La postura correcta distribuye el esfuerzo de manera más equilibrada, protegiendo la columna y reduciendo el riesgo de lesiones.

La especialista en fisioterapia Lindsy Jackson también enfatiza que hacer movimientos inadecuados al alzar cosas, como torcerse o inclinarse incorrectamente, puede causar dolores y daños que, si no se tratan prontamente, se transforman en afecciones persistentes.

3. Observar constantemente el móvil inclinado hacia abajo

En la era digital, es común ver a las personas mirando sus teléfonos móviles con la cabeza inclinada hacia abajo. Este hábito, conocido como «cuello de texto», pone una enorme presión sobre la columna cervical. El Dr. Ammar Divan lo compara con llevar una bola de boliche colgando del cuello durante horas. Para mitigar esta presión, se recomienda elevar el dispositivo a la altura de los ojos y hacer pausas frecuentes. Al final de la jornada, realizar estiramientos del cuello y ejercicios de retracción mandibular puede aliviar la tensión y mejorar la movilidad.

4. Transportar maletas pesadas de manera inadecuada

Transportar mochilas o bolsos pesados, especialmente en un solo hombro, puede generar una carga asimétrica que afecta la alineación de la columna vertebral. Este desequilibrio obliga a los músculos a trabajar de forma desproporcionada, lo que puede derivar en dolor y lesiones crónicas. Los especialistas sugieren utilizar mochilas con ambas correas para distribuir el peso de manera equitativa, alternar los hombros y reducir la cantidad de peso transportado siempre que sea posible. De esta manera, se evitan tensiones innecesarias en la espalda y se mejora la postura.

5. Usar calzado inadecuado

El tipo de calzado que usamos tiene un impacto directo sobre la salud de la columna vertebral. Zapatos sin soporte adecuado para el arco o con tacones altos alteran la postura al caminar, lo que puede incrementar la presión sobre la espalda y provocar dolor lumbar. Es recomendable optar por calzado que ofrezca un soporte moderado y evite variaciones extremas en la altura del talón. Un estudio reciente muestra que cada dos horas adicionales con tacones altos aumenta el dolor de espalda, lo que subraya la importancia de elegir zapatos cómodos y adecuados para el día a día.

6. Dormir boca abajo

La postura al dormir también influye considerablemente en la salud de la columna vertebral. Dormir boca abajo puede forzar una alineación poco natural de la columna, lo que genera tensión en la espalda y el cuello. Los especialistas sugieren que dormir de lado o boca arriba, con una almohada entre las rodillas o debajo de ellas, ayuda a mantener la columna en una posición neutral y favorece un descanso adecuado. Además, el uso de almohadas de buen soporte puede mejorar la alineación del cuello y reducir el riesgo de dolor cervical.

Prácticas saludables para cuidar la columna vertebral

Proteger la columna vertebral implica adoptar hábitos activos y saludables en la vida cotidiana. Realizar pausas de movimiento durante el día, practicar 150 minutos de actividad física semanal y fortalecer los músculos centrales mediante ejercicios de bajo impacto son fundamentales para mantener una espalda saludable. Los estiramientos suaves al comenzar el día también son esenciales para preservar la flexibilidad y evitar la rigidez que puede llevar a lesiones.

Implementar mobiliario ergonómico en el entorno laboral, adoptar una postura adecuada al sentarse y al dormir, así como no sobrecargarse con peso excesivo son prácticas simples pero efectivas que pueden mejorar significativamente la salud de la columna vertebral.

Cuándo buscar orientación de un experto en salud

Si el dolor en la espalda se prolonga por más de unas semanas, dificulta las actividades diarias o viene acompañado de signos como adormecimiento, debilidad, dolor que se extiende o fiebre, es crucial buscar atención médica. Los médicos pueden remitir a los pacientes a fisioterapeutas o efectuar tratamientos más especializados, lo que facilita una recuperación más rápida y eficaz. La intervención oportuna es esencial para prevenir complicaciones y optimizar la calidad de vida.

Prevenir es clave para una vida sin dolor

La salud de la columna vertebral está directamente relacionada con los hábitos cotidianos que adoptamos. Modificar pequeñas costumbres, como mantener una buena postura al trabajar, levantar objetos correctamente o elegir el calzado adecuado, puede prevenir lesiones y reducir el riesgo de dolor lumbar. A largo plazo, estos ajustes en la rutina diaria no solo protegen la espalda, sino que también mejoran la calidad de vida general, permitiendo disfrutar de una movilidad más libre y sin dolor.

Por Alejandro Torres Fernández

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